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Qué
Enseñar
a los Niños
Sobre la Biblia
Primera
Parte (1/2)
La Biblia
le dice a
los padres
en
Efesios 6:4
que deben
criar a sus
hijos según
la disciplina
y la instrucción
del Señor
Todopoderoso.
Pero, ¿por
donde debemos
empezar?
y ¿qué
hay que enseñarles?
Ver
Segunda Parte
(2/2)
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A todos
nosotros
como padres
se nos ha
encomendado
la labor
de ser los
primeros
maestros
de nuestros
hijos, aquel
que nos
hizo dignos
de recibir
la herencia
de tener
hijos, (Salmo
127:3)
hizo que
ellos llegaran
a nuestras
manos completamente
indefensos
y ávidos
de aprender
todo lo
que los
rodea, lo
cual eventualmente
ocurrirá,
bien sea
que tomemos
el tiempo
debido para
enseñárselos
o por la
simple observación
de nuestro
comportamiento
.  
Así
pues, la
responsabilidad
paterna
no es sólo
proteger
a los hijos
de los peligros
que los
rodean y
velar por
su buena
alimentación
y su buena
salud física,
sino también
además,
e incluso
más
importante
en mi opinión,
esta responsabilidad
contempla
la enseñanza
de valores
morales,
principios
espirituales
y temor
de Dios,
sin lo cual
pueden llegar
a ser infructuosos
todos nuestros
esfuerzos
al dar como
resultado
hombres
y mujeres
vacios,
insatisfechos,
infelices
y perjudiciales
a si mismos,
a sus familias
y a la sociedad
que los
rodea.
El
Objetivo
de la Enseñanza
La
Palabra
santa, sagrada
y perfecta
de nuestro
Padre celestial
nos marca
el camino
y nos enseña
a desempeñar
esta responsabilidad
de primeros
maestros
que se nos
ha encomendado
en el hogar.
Si no se
incluye
la Sagrada
Biblia en
la enseñanza
temprana
de los niños,
se hará
cada vez
más
difícil
que la acepten
y que la
aprendan
a aplicar
en sus vidas,
ya que será
el entorno
en el que
ellos crezcan,
y no sus
propios
padres,
el que marque
la forma
en la que
ellos aprenderán
a creer
y obedecer
a Dios.
Nuestros
esfuerzos
deben necesariamente
estar sustentados
en las enseñanzas
de nuestro
Creador
Omnipotente
a través
de su Palabra,
bien está
esto expresado
en el Salmo
127:1-2
“Si
el SEÑOR
no edifica
la casa,
en vano
se esfuerzan
los albañiles.
Si el SEÑOR
no cuida
la ciudad,
en vano
hacen guardia
los vigilantes.
En vano
madrugan
ustedes,
y se acuestan
muy tarde,
para comer
un pan de
fatigas,
porque Dios
concede
el sueño
a sus amados.”
¿Bastante
claro no
es verdad?
Dejemos
que sea
ÉL
quien se
encargue
del trabajo
principal
y seamos
nosotros
los albañiles
del hogar
que nos
ha dado.
Establecida
como ha
sido la
necesidad
de permitir
a Dios tomar
el control
de nuestras
vidas, nuestros
hogares,
nuestro
trabajo
y por supuesto,
de nuestros
hijos, sigamos
entonces
con aquello
que representa
un verdadero
reto para
estos maestros
sin título
que somos
todos aquellos
que tenemos
la bendición
de ser padres
y que es
la gran
interrogante
de muchos,
qué
debemos
enseñarles
a nuestros
hijos y
además
cómo
hacerlo.
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|
En
primer lugar
debemos dejar
claro que
en cuanto
a la enseñanza
de valores,
de moral,
de principios,
de espiritualidad,
de rectitud
y de Fe, nuestro
único
libro de texto
y consulta
deben ser
las Sagradas
Escrituras,
por cuanto
en la búsqueda
de otras fuentes
externas de
conocimiento
podemos llegar
a confundir
a nuestros
hijos en esa
primera etapa
de aprendizaje
cuando le
vamos a ayudar
a desarrollar
su personalidad
y sus costumbres
que los acompañaran
por el resto
de su vida.
La
utilidad de
la Biblia
en este sentido,
al igual que
el objetivo
principal
que debemos
buscar al
preparar a
nuestros hijos
para la vida,
se nos manifiesta
en 2
Timoteo 3:16-17
que dice
“Toda
la Escritura
es inspirada
por Dios y
útil
para enseñar,
para reprender,
para corregir
y para instruir
en la justicia,
a fin de que
el siervo
de Dios esté
enteramente
capacitado
para toda
buena obra” |
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Entonces
lo principal
que tenemos
que tener
en cuenta
al enseñar
a los niños
la Palabra
de Dios
es que los
estaremos
capacitando
para toda
buena obra,
sea social,
moral, familiar,
espiritual
y de cualquier
otra índole,
por medio
de la instrucción
o la formación
en el arte
de ser justos
y de vivir
con justicia.
Al
hacer esto
estaremos
dándoles
la mayor contribución
que podemos,
por cuanto
Dios en su
infinita sabiduría
nos ha prometido
que si buscamos
en primer
lugar su Reino
y su justicia
(Mateo
6:33)
no seremos
nosotros sino
ÉL
mismo quien
se encargará
de darnos
todo lo que
necesitamos
en nuestra
vida y nos
hará
capaces de
enfrentar
con sabiduría
cualquier
situación
que se nos
pueda presentar.
¿no
queremos nosotros
como padres
estas cosas
para nuestros
pequeños?
¿Qué
Hacer Cuándo
Preguntan?
Aún
cuando la
Santa Palabra
nos da las
herramientas
necesarias
para tratar
a nuestros
hijos en todas
y cada una
de sus etapas
y edades y
en todas y
cada una de
las situaciones
particulares
que se les
puedan presentar
en la vida,
ya será
en otros trabajos
que aborde
cada una de
esas etapas,
puesto que
la intención
en este momento
es dibujarles
un panorama
amplio en
este aspecto
y mostrarles
lo absolutamente
necesario
que es enseñarles
a aquellos
que dependen
de nosotros
ciegamente,
que sólo
a través
de la persona
de Jesús
de Nazareth,
seremos capaces
de enfrentar
la vida con
la actitud
correcta y
en consonancia
con los planes
de nuestro
creador.
Es
lógico
que no debemos
tratar de
enseñar
a nuestro
hijos un asunto
sin antes
saber nosotros
de lo que
estamos hablando,
¿No
lo haríamos
con un medicamento
o con un nuevo
alimento verdad?
No le vamos
a dar a algo
que o no hayamos
probado primero
o que no sepamos
que es bueno
para ellos,
(o al menos
no deberíamos)
precisamente
por eso la
constante
oración
y
lectura bíblica
son necesarias
para nosotros
también
para entrenarnos
como orientadores
espirituales
de nuestros
niños.

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Por
una parte,
una cosa con
la que debemos
lidiar cada
día
los padres
es con las
preguntas
directas de
nuestros hijos,
para ilustrar
un caso como
este he querido
tomar como
ejemplo la
que creo es
la pregunta
más
realizada
por el hombre
a través
de su historia.
Todos nosotros
en algún
momento de
nuestras vidas
nos hemos
preguntado
de dónde
venimos, algunos
con una carga
más
filosófica
y profunda
que otros,
pero seguro
que todos
lo hemos hecho.
Este planteamiento,
visto de la
manera más
simplista
posible es
realizado
por los niños
con más
frecuencia
de la que
se imaginan.
Con esto vemos
como nuestros
hijos comienzan
a enfrentar
su vida y
comienzan
a tener sus
primeros encuentros
con la filosofía
cuando los
escuchamos
preguntándonos
¿cómo?
Y ¿Por
qué?
Aún
mucho antes
de preguntarse
¿dónde?
y ¿cuándo?
puesto que
su percepción
del tiempo
va madurando
junto con
ellos. |
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En
el caso de
esta interrogante
podemos encontrar
de gran utilidad
para explicarles
la respuesta
algunos pasajes
bíblicos
como los siguientes:
Génesis
1:26-28
26 y dijo
Dios: «Hagamos
al *ser humano
a nuestra
imagen y semejanza.
Que tenga
dominio sobre
los peces
del mar,
y sobre las
aves del cielo;
sobre los
animales domésticos,
sobre los
animales salvajes,[b]
y sobre todos
los reptiles
que se arrastran
por el suelo.»
27 Y Dios
creó
al ser humano
a su imagen;
lo creó
a imagen de
Dios.
*Hombre y
mujer los
creó,
28 y los bendijo
Génesis
2:7 y 18-23
7
Y Dios el
SEÑOR
formó
al hombre[b]
del polvo
de la tierra,
y sopló
en su nariz
hálito
de vida, y
el hombre
se convirtió
en un ser
viviente.
18 Luego Dios
el SEÑOR
dijo: «No
es bueno que
el hombre
esté
solo. Voy
a hacerle
una ayuda
adecuada.»19
Entonces Dios
el SEÑOR
formó
de la tierra
toda ave del
cielo y todo
animal del
campo, y se
los llevó
al hombre
para ver qué
*nombre les
pondría.
El hombre
les puso nombre
a todos los
seres vivos,
y con ese
nombre se
les conoce.20
Así
el hombre
fue poniéndoles
nombre a todos
los animales
domésticos,
a todas las
aves del cielo
y a todos
los animales
del campo.
Sin embargo,
no se encontró
entre ellos
la ayuda adecuada
para el hombre.
21 Entonces
Dios el SEÑOR
hizo que el
hombre cayera
en un sueño
profundo y,
mientras éste
dormía,
le sacó
una costilla
y le cerró
la herida.22
De la costilla
que le había
quitado al
hombre, Dios
el SEÑOR
hizo una mujer
y se la presentó
al hombre,23
el cual exclamó:
«Ésta
sí
es hueso de
mis huesos
y carne de
mi carne.
Se llamará
"mujer"
porque del
hombre fue
sacada.»
Salmo
139: 13-14
13
Tú
creaste mis
entrañas;
me formaste
en el vientre
de mi madre.
14 ¡Te
alabo porque
soy una creación
admirable!
¡Tus
obras son
maravillosas,
y esto lo
sé
muy bien!
Así
como ésta,
habrá
cada vez más
y más
preguntas
infantiles
que requieran
de la sabia
respuesta
bíblica,
pero como
les comenté
antes, esto
era sólo
un ejemplo
y cada etapa
se debe tratar
de forma separada.
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¿Qué
Enseñarles
Entonces?
Sin
embargo, hay
otro tipo
de cosas que
deben obligatoriamente
conocer los
niños
desde la más
temprana edad
posible y
que igualmente
están
contenidas
en las Escrituras.
Tomemos
en primer
lugar las
ricas y útiles
enseñanzas
que se nos
transmiten
en los textos
que contienen
los sagrados
diez mandamientos
de la Ley
de Dios y
cuáles
de ellos debemos
transmitir
a los más
pequeños.
Veamos sobre
todo aquellos
que les enseñan
la fe, los
valores de
la moral y
la rectitud.
Éxodo
20:2-3 “Yo
soy el SEÑOR
tu Dios, No
tengas otros
dioses además
de mí”
Si queremos
que nuestros
hijos tengan
una marcada
sensibilidad
espiritual,
debemos necesariamente
mencionar
a nuestro
Dios frecuentemente
en nuestros
hogares, hacer
que el niño
sienta a Dios
cerca de él
y no como
un ente lejano
e inalcanzable,
sino como
un verdadero
padre y amigo
que quiere
sólo
lo mejor para
nosotros y
que nos ha
mostrado su
amor entregando
a Jesucristo
para llegar
a nuestras
almas.

__________________________________
Éxodo
20:12 “Honra
a tu padre
y a tu madre,
para que disfrutes
de una larga
vida en la
tierra que
te da el SEÑOR
tu Dios”
Esto se confirma
y se complementa
con Efesios
6:1-4
que dice:
“Hijos,
obedezcan
en el Señor
a sus padres,
porque esto
es justo.
«Honra
a tu padre
y a tu madre
—que
es el primer
mandamiento
con promesa—
para que te
vaya bien
y disfrutes
de una larga
vida en la
tierra.»
Y ustedes,
padres, no
hagan enojar
a sus hijos,
sino críenlos
según
la disciplina
e instrucción
del Señor.”
Acá
vemos como
es necesario
enseñarles
a nuestros
hijos que
luego del
amor que se
le debe a
Dios, el amor
y el respeto
más
importante
que deben
sentir es
aquel que
le deben a
sus padres.
En este sentido
se nos instruye
también
a los padres
para enseñarles
con amor y
no con desesperación
e impaciencia,
vamos, ¿cuántos
de nosotros
queremos que
a nuestros
bebes les
vaya bien
y tengan una
larga vida
en esta tierra?
Bueno la promesa
está
hecha, depende
de nosotros
lograr explicárselas
para que se
cumpla a cabalidad.

_______________________________
Éxodo
20:15-17 NO
robes , NO
mientas y
NO envidies
Es extremadamente
importante
que nosotros
tomemos conciencia
de lo que
significa
enseñar
a nuestros
hijos estos
obligatorios
mandamientos
de Dios, ¿no
quisiéramos
todos nosotros
que nuestros
hijos se alejaran
de estas actitudes?
¿Quién
quiere que
su hijo sea
un ladrón,
un mentiroso
o un envidioso?
Para
transmitir
esta enseñanza
no podemos
esperar que
los hijos
aprendan de
nosotros solamente
lo que les
decimos, pero
ignoren lo
que hacemos.
Así
pues al enseñarles
lo negativo
de ROBAR debemos
estar seguros
que en nosotros
mismos no
existe esta
conducta.

____________________________________
De inmediato
habrán
dicho la mayoría
de ustedes
que esta autoevaluación
no aplica
para ustedes,
(quiera Dios
que sea así,
es mi mayor
deseo) pero
deben detenerse
a pensar si
en su casa
no hay ningún
material que
le pertenezca
al lugar donde
trabajan,
hojas, lápices,
bolígrafos,
etc, etc.
Deben igualmente
pensar si
no toman unas
cuantas “uvas”
en el mercado
mientras hacen
las compras,
qué
harían
si un día
consiguen
una cartera
con dinero
tirada en
el piso o
si realmente
corrigen al
vendedor que
le entrega
un cambio
errado a su
favor. Igualmente
opera con
las otras
dos conductas,
sobre todo
con la MENTIRA,
recuerda por
favor que
no hay mentiras
pequeñas
o blancas,
no hay mentiras
de colores,
no puedes
decirle a
tu hijo que
no te mienta
nunca y al
mismo tiempo
pedirle que
si te llaman
por teléfono
diga él
que tu no
estás
solamente
porque no
quieres atender,
ya que con
eso le muestras
que la mentira
es una forma
fácil
y efectiva
de salir de
situaciones
incomodas
o difíciles
y lo puedes
llegar a convertir
en un mentiroso
compulsivo.
Un
principio
básico
de la vida
de los niños
es que están
preparados
para aprender
mucho más
rápido
aquello que
ven en sus
padres que
aquello que
escuchan de
ellos, ya
sabes, como
una esponja
que absorbe
lo que la
rodea.

____________________________________
Relacionado
con este tema
de las mentiras,
el Señor
Jesucristo
nos enseño
algo que es
también
necesario
enseñarle
a los niños
desde pequeños,
esto es el
valor que
tiene nuestra
palabra y
la prohibición
que se nos
ha dado de
hacer juramentos,
un niño
que aprende
a valorar
lo que afirma
o lo que niega
difícilmente
puede caer
en mentiras,
así
pues se nos
instruye así
en Mateo
5:33-36:
“También
han oído
que se dijo
a sus antepasados:
"No faltes
a tu juramento,
sino cumple
con tus promesas
al Señor."
Pero yo les
digo: No juren
de ningún
modo: ni por
el cielo,
porque es
el trono de
Dios; ni por
la tierra,
porque es
el estrado
de sus pies;
ni por Jerusalén,
porque es
la ciudad
del gran Rey.
Tampoco jures
por tu cabeza,
porque no
puedes hacer
que ni uno
solo de tus
cabellos se
vuelva blanco
o negro. Cuando
ustedes digan
"SI"
que sea realmente
sí;
y cuando digan
"NO"
, que sea
realmente
no. Cualquier
cosa de más,
proviene del
maligno”
No puedo dejar
de mencionarles
mi propia
experiencia
en cuanto
a esto, cuando
mi hijo mayor
estaba más
pequeño
y se le preguntaba
cualquier
cosa como
si había
hecho todas
sus actividades
escolares,
el decía
que “si”
y si alguien
(como mis
hermanas por
ejemplo) le
preguntaba
nuevamente
diciéndole
“¿seguro
las terminaste?
Él
sólo
respondía
de manera
muy seria
“mi
si, si y mi
no, no”
así
tal cual,
creía
que no era
posible decir
otra cosa.
Aquello me
llenaba de
gran orgullo.
Les aseguro
que enseñarle
esto a los
niños
realmente
funciona.
Dicho esto
continuemos
viendo otros
pasajes.
Continua
en la Segunda
parte.
VER
AQUÍ
SEGUNDA PARTE
DE ESTE ARTÍCULO
|
Rev.
Dr. Aníbal
Moreno
Pastor: Centro
Bíblico
Cristiano
Tu Amigo Jesús
Editor: www.tuamigo.tk
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